Para Julieta Ortega estar todo el día en pijama era una pasión previa al aislamiento social, preventivo y obligatorio decretado por el gobierno nacional. De esa filosofía de vida y para escaparle un poco a la exposición de la actuación creó Jota & Co, su marca de pijamas.
¿Cómo nació la idea de crear Jota & Co?
La idea nació de mi fanatismo por la ropa cómoda, para estar puertas adentro. Siempre que viajaba compraba pijamas, pantalones sueltos, remeras suaves. Y velas y libros, cosas para mi casa.
Estoy en pijama todo lo que puedo. Me levanto y llevo a mi hijo al colegio en pijama, vuelvo y doy vueltas por la casa, tomo café... hasta que me tengo que cambiar para ir a algún lado en el que esté obligada a vestirme.
Cuando pensé que qué podía hacer en paralelo a la actuación se me ocurrió tener mi propia marca de pijamas inspirada en mis pijamas favoritos.
Alguna gente me miraba raro, como si estuviera hablando de una prenda en la que nadie piensa, porque en general la gente se viste para salir, para ser vista. Yo a veces también. Pero el 80% del tiempo, me visto para estar cómoda.
¿Y ante esta situación en la que estar en casa es una realidad y el pijama acompaña, seguís pensando lo mismo?
Claro que sigo pensando lo mismo! La única diferencia es que ahora hay mucha más gente necesitando este tipo de ropa porque de repente nuestras casas se convirtieron en el lugar más seguro en el que podemos estar.
El hecho de estar en casa es una filosofía de vida entonces…
Lo mío es una filosofía de vida, sin dudas. Hay una frase de Fernando Noy que usamos mucho con mi socia, Fernanda Cohen, cuando pensamos en Jota: “Lo mejor sucede puertas adentro”.
Hay todo un mundo ahí. En nuestras casas, donde están nuestras cosas, nuestro olor... ¿Cómo nos vestimos cuando nadie nos ve? Para mí ese es el momento más íntimo, más hermoso y real de todos.
Hace 4 años que junto a tu socia crearon la marca, desde que comenzó la cuarentena, ¿está pasando por su mejor momento?
La marca está pasando por su momento más alto en cuanto a ventas. Tuvimos momentos más dulces que otros: las fiestas, los pijamas en algún programa de televisión muy popular (como cuando Nancy Dupla y Carla Peterson los usaron en “100 días para enamorarse”) pero nunca así, de esta manera.
¿Cuántas eran las chances de que ocurriera algo por lo cual la gente estuviera obligada a quedarse en casa? El mundo en pausa. Algo impensado hasta hace muy poco tiempo.
¿Cómo es la logística respecto a la producción y ventas de la marca?
Una semana antes de la cuarentena obligatoria, cuando era apenas una sugerencia, yo ya me había encerrado. Y mi socia me mandó cajas de mercadería para tener a mano y poder armar pedidos desde mi casa.
En ese momento la idea era que las clientas puedan retirar sus pedidos por acá. Cuando ya nadie pudo salir para cosas que no fueran de urgencia, empezamos a mandar por mensajería los pedidos.
Me armé un depósito en el lavadero de mi casa, desde ahí armo los pedidos a la mañana y pasa a buscarlos la persona que los reparte. Si son para CABA o GBA, los lleva en el día. Si son para el interior del país se envían por correo.
Hace un tiempo se conoció tu relación con el político Camilo Vaca Narvaja, ¿El amor te ayuda a inspirarte a la hora de diseñar?
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No... de hecho cuando nació Jota yo no estaba en pareja. Lo que ayuda es tener tiempo. Una marca necesita que le dediques tiempo, muchas horas del día. Dedicación y trabajo. Te diría que la cuarentena me ayudó a ocuparme full time de mi marca.
También sos una gran lectora, de hecho escribiste un libro de cuentos infantiles, ¿Qué lees actualmente?, ¿Cuál sería el libro que para vos sintetice lo que estas pasando en este tiempo de cuarentena?
Cuando empezó toda esta locura, unos días del aislamiento obligatorio, fui a la librería de poesía más completa de la ciudad y me compré un montón de libros. Leí a Juana Bignozzi, a Anne Sexton. Releí a Clarice Lispector, a Idea Vilariño y algo de Virginia Woolf.
Vi muchos documentales también. Uno de Arthur Miller y otro de Susan Sontag que no había visto. Eso fue las primeras dos semanas. Hace cosa de 10 días que sólo me ocupo de Jota, desde que me levanto hasta que me acuesto.
No sé cuánto va a durar este nivel de demanda pero tengo que aprovechar el momento porque una marca chica, en general, la tiene que remar mucho. No son fáciles las cosas en Argentina para una Pyme.
Cambio rotundo de tema, como integrante de la colectiva Actrices Argentinas, ¿Qué opinas respecto de la cantidad de femicidios que ocurrieron desde que comenzó el aislamiento social preventivo y obligatorio?
Esa es sin dudas la otra pandemia. Y es profundamente triste. No creo que las medias estatales adoptadas hasta ahora hayan sido suficientes. Y ese es el lado B de todo lo que venimos hablando hasta ahora: cuando tu casa no es un refugio, cuando el horror sucede puertas adentro.
No todas las mujeres tienen casa, ni están están seguras ni protegidas en ellas. El 20% de las víctimas de femicidios habían denunciado a su agresor previamente. Qué pasó en el medio? Algo está fallando, no hay dudas.
En algún momento dijiste que no descartabas la idea de dedicarte a la política, en este sentido, ¿cómo crees que podrían revertirse o cesar las problemáticas que padecen las mujeres por violencia de género?
No sé en qué contexto dije eso, pero seguro estaba hablando de temas relacionados con el feminismo y las políticas de género.
Garantizar los derechos de las mujeres, lograr que tengamos mayor participación en puestos de decisión, una distribución más justa de las tareas dentro del hogar, respetar nuestros derechos sexuales y reproductivos, que el aborto sea legal, seguro y gratuito... son estos los temas que me convocan y por ahora seguiré luchando por ellos desde mi lugar. Eso también es hacer política.
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