Juana Viale: “Hoy podemos decir lo que queremos en voz alta”

Ser naturalmente hermosa puede tratarse para muchas actrices de un karma que deben sortear para obtener personajes interesantes. Pero nunca fue el caso de ella. Su primer protagónico llegó de la mano de una mala, pero encarnó mujeres rechazadas, deseadas, sufrientes y apasionadas.

Nunca, en ninguno de los casos, Juana tuvo que ocultar su innegable belleza y tampoco se preocupó por detener el tiempo, creció a la par de sus papeles en cine, series y teatro poniendo el foco en demostrar que cada vez podía más. 

Ese arco iris de emociones que explora a través de la ficción es el fiel reflejo de una mujer que se supo libre desde muy chica y que fue decidiendo armar su profesión con la misma libertad que profesa en sus decisiones personales. 

Si uno obtiene lo que atrae, su atracción está en la sintonía correcta con sus deseos y eso se le nota con facilidad apenas comienza a hablar.

Estás recién llegada de Portugal, ¿cómo es viajar sin hijos?
Fui a hacer una campaña de ropa (Naíma) y aproveché para quedarme con una amiga viajando. Giramos un rato. De todos modos, siempre estoy con el teléfono encima y con mis hijos llamándome. Una nunca está exenta de ser madre, pero aún así la pasé bomba. 

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¿Cómo son los días previos a irte?
Soy súper organizada y hasta dejo la comida programada, nada queda librado al azar. También tengo amigas que se quedan en casa y hacen de tías. 

¿Cómo sos como viajera?
Me gusta mucho estar en contacto con la naturaleza y caminar. También visito museos y quiero conocer la historia de los lugares a donde voy. No me interesa el consumo, no soy de comprar y si compro es porque ese objeto me hizo acordar a alguien y me dieron ganas. 

¿Hay momentos qué enloquecés siendo madres de tres hijos? (Ámbar de 16, Silvestre de 10 y Alí de 7 años). 
El año pasado entraban a la escuela a tres horarios distintos y por ejemplo Ámbar siempre llegaba tarde y la retaban muchísimo. Un día mandé un mail al colegio y expliqué que no podía coordinar todo, me contestaron que no harían ninguna excepción y respondí que no buscaba eso, sino que sepan que no podía llegar en otro horario y que cualquier cosa me notifique a mí. Pero, honestamente, no me vuelvo loca. 

A los veinte años fuiste mamá de tu primer hija, ¿qué pensarías si Ámbar decide eso también siendo tan chica?
Yo lo elegí y nunca pensé en la edad que tenía, sé que actualmente es tendencia que las mujeres sean madres entre los 30 y 40, pero yo lo viví como una decisión y entonces no sé si era joven o grande.

¿Cómo es Ámbar?
Muy creativa, tiene muchas inquietudes y creo que las va realizando y eso es lo más importante. Tiene mucho vuelo, es una niña demasiado sabía, evolucionada, un alma muy antigua. Tenemos una relación maravillosa, hablamos de todo.

¿Y cómo sos como mamá?
Cuando una es un poco padre y madre, tiene muchos desafíos por delante: ser permisiva, dar amor y poner límites. Eso a veces produce una contradicción, de hecho mis amigas me dicen: ¨La mamá manteca¨, porque siempre que les digo algo que va a pasar si no hacen determinada cosa, al final del día no pasa nada de lo que les dije. Lo que sucede también es que suelo aceptar cuando las cosas son propias de los chicos, y por ejemplo no me gusta el orden y las casas en las que no se pueden tocar las cosas.

¿Qué pasa cuando está la casa vacía porque ellos se van con sus papás?
Entendí que además de ser madre, soy mujer y esos momentos los aprecio. Entonces aprovecho y leo mucho. Mi mejor plan es estar cerca de la chimenea, poner música y conectar con la lectura. 

¿Estás en pareja?
Estoy muy bien con la vida... y con el universo.

Siempre te adjudican un romance, por ejemplo en el verano tu abuela hasta sugirió que estabas con Luciano Cáceres (fueron compañeros de la obra que protagonizaba en ese momento)...
Desde que me separé de mi ex pareja que me inventan romances, ¡Siempre me quieren ver con alguien!

¿Dónde tenés puesto el foco hoy en lo laboral?
Tengo un proyecto de teatro que estoy tratando de conseguir los derechos, y después pienso seguir por el camino del cine donde tengo varias películas en puerta para realizarse. El cine y las series es lo que más me cautiva por lo que implica la calidad del trabajo. 

Actualmente las series tienen mayor repercusión que las películas, ¿las mirás?
No tengo tiempo. Cuando llega el momento de poder ver me quedo dormida, la verdad también es que me despierto muy temprano. De todas maneras, el otro día intenté ver con mi hijo Stranger Things, porque él es fanático, y no me gustó nada, entonces me fui a dormir. Sigo privilegiando ver películas donde disfruto los entornos, los vestuarios. Hace poco vi La Mula y también Todos lo saben. Las dos me encantaron. 

Seguís fiel a tu belleza natural, ¿te cuidás? 
No, no ocupa un lugar importante en mi vida para nada. Lo poco que hago es ir a la dermatóloga y hacerme limpieza de cutis, pero no me compro maquillaje. por ejemplo, porque en mi vida diaria no me maquillo. Lo único que uso es el producto Bruma Viva de Catarain, que no está testeado en animales y que es orgánico. 

Venís de una familia de mujeres power...
¡Los varones también son y fueron power en mi familia! Mi vida no es solamente los personajes famosos. Mi abuelo fue un impulsor, un creativo e innovador. Mi tío José es un maestro de actores y un realizador enorme...

¿Qué pensás del movimiento femenino que está sucediendo?
Es una era muy importante en el cambio de paradigma de lo que siempre se dijo de ser mujer. Siempre existieron revolucionarias: Simone de Beauvoir, Juana de Arco, Mariquita Sánchez de Thompson, por nombrar a algunas. Ellas pensaron y accionaron en contra de lo establecido y hoy, por suerte, son muchísimas más. Me parece buenísimo que las mujeres alcen su voz por lo que creen. Es su derecho.

¿Te tocó vivir momentos incómodos por ser mujer?
No me ha pasado, pero creo que esta voz que tenemos ahora es masiva y lo bueno es que podemos decir en voz alta lo que queremos o no queremos. 

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Desde las redes sociales visibilizan tu compromiso con la naturaleza, ¿cómo lo practicas en el día a día? 
Siento que perdimos mucha conciencia, en estos temas hay que tener consecuencia y constancia. Por ejemplo, yo antes usaba camperas de cuero y ahora me perturba ponérmelas. Soy vegetariana pero investigo lo que como y de dónde viene. Soy activista en un montón de lugares y creo que también hay que dejar semilla y educar. No sólo me importan los animales, también estoy involucrada en la deforestación, en las aguas limpias, reciclar, entre otras problemáticas. Es muy impresionante cuando hago un deporte acuático, estoy remando y me encuentro con basura en el agua. 

¿Te gustaría conducir un programa ambiental?
¡Me encantaría! Y no sólo conducir y tener un discurso, me imagino entrevistando a biólogos, a nativos de diversos lugares y mostrando lo clave que es la educación ambiental. Hay un montón de cosas por hacer. Sería buenísimo que en las elecciones se hablen de las políticas que involucran estos alertas que ponen en riesgo el planeta. 

Las actrices protagonistas y tan íconos de belleza como vos suelen tener su marca o cápsula de moda, ¿No te ves tentada a hacerlo? 
Muchas veces me lo ofrecieron, pero con este tema estoy moviéndome con el mismo compromiso con la naturaleza que llevo en otros aspectos. Estoy conociendo tejedoras de la Argentina que realizan estampas naturales, saliendo de lo más industrial que no tiene un uso racional de los recursos. Si lo hago me gustaría usar productos que vayan en sintonía con no provocar impactos nocivos para el planeta. Desde que soy chica que me hacen ruido muchas cosas, y confío en que se puede crear conciencia. 

MAQUILLÓ: MAURICIO CATARAIN. PEINÓ: CRISTIAN SEPÚLVEDA PARA INFINITO STUDIO HAIR. ESTILISMO: ANITA NOSEDA.  

 

at Carolina González Trigo