A sus 16 años Elena Huelva comenzó a notar una molestia en los huesos, un dolor que la obligó a ir a hacerse estudios. Semanas más tarde recibía la noticia que nunca le hubiera gustado recibir: tenía cáncer.Tras superarlo una vez, el tumor regresó y ahora, a sus 19 años, relata vía TikTok su lucha. De hecho, actualmente está atravesando ‘la quimio’, y en simultáneo lanzó un libro en el que plasmó sus vivencias, en el contexto del Día Mundial contra el Cáncer, que se celebra cada 4 de febrero.
"Mis ganas ganan. Nadie nos ha prometido un mañana, vive el presente", es el nombre del escrito en el que la adolescente invita a que la gente comprenda cómo es el cáncer y también ayudar a quiénes estén padeciendo el mismo calvario.
Según cuenta para ella era importante dar visibilidad al sarcoma de Ewing, el cáncer que tiene, un tipo de tumor que se forma en el hueso. Entre sus síntomas están la hinchazón y el dolor cerca del tumor. La joven sevillana explica que “era un sueño escribir mi historia y que se quedara plasmada para siempre en un libro, para ayudar y visibilizar muchas de las cosas que no tenemos ni idea cuando no conocemos ‘este mundo’”.
Cabe destacar que previo a su enfermedad, Elena era una heavy user de redes. Pero cuando comenzó los tratamientos, se dio cuenta de que le podían servir para ayudar a otras personas al contar sus vivencias: “Yo tenía una cuenta hasta de cuando Tik Tok no era Tik Tok, sino musica.ly, lo que pasa que mi contenido cambió y fue ahí cuando empezaron a seguirme más personas…”, sostiene.
Hoy tiene más de medio millón de seguidores en todas sus redes sociales: TikTok, Instagram, Twitter… pero no quedan dudas de que en TikTok es ya una celebridad: “Siempre me ha dado un poco de corte, pero creo que era superar un poco eso y ya está. Ahora me alegro muchísimo de que esa yo de hace X tiempo quisiera empezar a subir vídeos explicando o enseñando cosas que la gente normalmente no ve, o hablando sobre cosas que son tabú y creo que no deberían serlo”, cuenta.
La tiktoker sostiene que lo más importante durante esta dura lucha es “acompañar, que siempre acompañen. Y que sean fuertes, pero que se dejen ver también cuando ellos decaigan, para que su hijo no se sienta con la presión de tener que llevar toda la fuerza… Hay que ser fuerte, pero ser fuerte no significa no estar mal a veces”.
A la Elena de 2019, el año en que le diagnosticaron, “le diría que siguiera, que merece la pena siempre. Realmente es un poco lo que me dije a mí misma en ese momento, tenía que ser fuerte” y, aunque destaca que “no hacía falta que viniera esta enfermedad para darme cuenta de que era privilegiada y para disfrutar más de los momentos”, sí señala que “me ha hecho abrir un poco más los ojos y disfrutar un poquito más de cada cosa, personas, de todo en sí. Yo antes amaba la vida, pero ahora la amo un poquito más. Sé que me quedan cosas maravillosas por vivir”.
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