La pandemia del coronavirus tomó por sorpresa al mundo. A todos les pegó de manera distinta y la cantante galesa Duffy decidió por fin que era el momento de contar su horrible experiencia.
El 25 de febrero Duffy adelantó con una bomba en sus redes sociales las razones –hasta entonces desconocidas- detrás de su alejamiento de la música: “La verdad, y por favor créanme que hoy estoy bien y segura, es que fui violada, drogada y mantenida en cautiverio durante algunos días. Por supuesto que sobreviví, pero la recuperación tomó tiempo”.
Lo principal y doloroso había sido revelado, pero dejó a todos muy conmocionados y preocupados.
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El momento de ampliar llegó y en plena cuarentena la cantante, ganadora de un Premio Grammy en 2009, logró poner en palabras todo lo sucedido.
El título de su escrito reza: “The 5th House” (La quinta casa). En principio, Duffy se disculpa por lo doloroso que pueda llegar a ser su relato, ya que todos estamos en un momento delicado de nuestras vidas.
“Solo puedo esperar que mis palabras sirvan como una distracción momentánea o tal vez como un consuelo de que uno pueda salir de la oscuridad. Si no puede asumir el sufrimiento de otra persona o el relato de eso, les recomiendo que no siga leyendo”, expresó la cantante.
La artista estuvo guardando su secreto por 10 años y se dio cuenta que eso estaba arruinando su vida. “Una década de esa intimidad ha sido destructiva. Tuve que liberarme. He sido herida y hubiera sido peligroso hablar desde ese lugar en el pasado, antes de sentirme lista”, explicó. Hasta pensó en cambiarse el nombre, irse a vivir a otro país y comenzar su vida de cero.
“Me angustiaba pensar que si revelaba mi historia públicamente, abiertamente al mundo, eso obstaculizaría mi futura vida romántica. Este no es exactamente el anuncio que quería hacer antes de conocer al amor de mi vida”, se sinceró Duffy.
La cantante decidió escribir para no tener que responder preguntas cuando vuelva a su trabajo musical y en eso apunta directamente a los medios. Ella no contestará preguntas referidas a lo que le sucedió.
“No cantar me está matando. Entonces, solo tengo que ser fuerte y revelarlo y enfrentar todos mis miedos de frente. No todos tienen el privilegio de poder hablar, como lo estoy haciendo hoy, historias mucho más atroces y dolorosas, más inhumanas que las mías, no se cuentan todos los días”, expresó la artista.
Y luego puntualizó: “Era mi cumpleaños, me drogaron en un restaurante, me drogaron durante cuatro semanas y viajé a un país extranjero. No recuerdo haber subido al avión y me encontré en la parte trasera de un vehículo que viajaba.
Me pusieron en una habitación de hotel y el autor regresó y me violó. Recuerdo el dolor y que intenté mantenerme consciente en la habitación después de que sucedió”.
La artista pensó en escaparse pero no tenía dinero, incluso tenía miedo de ir a la policía. “No sé cómo tuve la fuerza para soportar esos días, algo me ayudó a seguir con vida.
Al regresar volé con él, permanecí tranquila y tan normal como alguien podría en una situación como esa, y cuando llegué a casa, me senté, aturdida, como una zombie. Sabía que mi vida estaba en peligro, él me amenazó varias veces".
La pesadilla no terminó allí, el hombre la drogó en su propia casa en esas cuatro semanas: “No sé si me violó allí durante ese tiempo”.
Luego de la pesadilla, la cantante no estaba lista para ir a la policía. Solo le contó a dos mujeres policías lo sucedido: “La primera fue cuando alguien amenazó con 'contar' mi historia y tuve que decirle a una mujer policía qué información tenía la persona sobre mí y por qué ese chantaje era tan aterrador.
El segundo sucedió cuando tres hombres intentaron entrar a mi casa como intrusos, le conté a la segunda mujer sobre la violación en ese momento también”, recordó.
Meses después la artista fue a una psicóloga en Reino Unido, una experta en trauma complejo y violencia sexual: “Sin ella, es posible que no hubiese sobrevivido.
Tenía un alto riesgo de suicidio después. No pude mirarla a los ojos durante las primeras ocho sesiones, el contacto visual era algo con lo que luchaba”, confesó Duffy.
Las secuelas de la experiencia de la cantante fueron un paso más para apoyar a las personas que pasaron por lo mismo y sobrevivieron: “Por oscura que sea mi historia, hablo desde mi corazón, por mi vida y por la vida de otros, que han sufrido lo mismo.
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Pasé casi diez años completamente sola y todavía me quema el corazón escribirlo. Me siento obligada a explicar lo difícil que fue realmente la recuperación y finalmente revelarlo. Espero que te consuele sentirte menos avergonzado si te sientes solo.
La violación es como un asesinato vivo, estás vivo, pero muerto. Todo lo que puedo decir es que me llevó un tiempo extremadamente largo, a veces sintiéndome interminable, recuperar mis pedazos destrozados”.
Algunos se preguntarán por el título del escrito de la artista galesa y acá está la respuesta: “Me mudé cinco veces en los tres años inmediatamente posteriores, sin sentirme nunca a salvo del violador, estuve huyendo por tanto tiempo.
Encontré un lugar para vivir, la quinta casa, no estaba tan confinada como las otras, donde me afligía en silencio. Ahora me siento segura”.
Duffy asegura: “La violación no es solo una agresión sexual, es una lesión cerebral”, dijo antes reflexionar sobre el particular momento en el que llega su catarsis.
“Algunos de ustedes realmente me ayudaron mucho en este tiempo. Me ofrecieron sus hogares, sus números de teléfono e historias personales. Ha sido muy íntimo estar con esos comentarios, que la gente los escribió y los leyó.
Y esto es lo que define el poder de las personas, la bondad y la humanidad. No esperaba ningún tipo de reacción similar al volumen de lo que se vio. Gracias. No hablé para buscar amigos, pero la amabilidad fue una experiencia emocional para mí”.
La cantante galesa, que acaba de lanzar el single Something Beautiful, sueña con volver a sonreír y seguir con su carrera musical. “Ahora puedo dejar atrás esta década, ya pertenece al pasado. Esperemos que no haya más "qué pasó con Duffy". Ahora lo saben... Y soy libre”.
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