El vinilo está de vuelta y es tendencia total

Es plástico, fantástico. Descubierto accidentalmente por el científico Waldo L. Semon, allá por 1926, el material ayudó a crear cortinas de baño impermeables, paraguas y, eventualmente, pilotos. Joan Bennett inmortalizó esta prenda en el filme Scarlet Street de 1945, donde “cubría” sus looks con capas transparentes.

La textura quedó relegada al vestir de lluvia hasta el despegue de la Space Age, en los 60. Guerra fría, carrera espacial, futurismo. André Courrèges, Pierre Cardin y Paco Rabanne en busca de materiales no convencionales para crear piezas dignas del siguiente milenio. El vinilo fue el sello distintivo de Courrèges, quien lo aplicó en vestidos trapecio, minifaldas, cascos y botas de astronauta, predecesoras de las “go-go boots”. 

En Londres, la movida Mod incitó a Mary Quant a crear su “wet look” con pilotos, minis y vestidos impermeables. La connotación sexual del PVC quedó registrada en el cine de la época, donde los personajes de Catherine Deneuve (Belle de jour) y Romy Schneider (Max et les ferrailleurs) practicaban prostitución y sadomasoquismo. Fetichismo. Materialización de lo prohibido, adoptada por los punks de los 70 y los góticos de los 80. 

La inclinación sexy del material se reivindicó cuando Claudia Schiffer, Cindy Crawford y Stephanie Seymour abrieron la pasarela de Versace (y la última década del siglo) ceñidas en vinilo. Las siguieron referentes musicales como Madonna, Janet Jackson, Shania Twain, junto con nombres de la movida Eurodance. 

Eso sí, el PVC tampoco resignó su vocación futurista, gracias a fenómenos como Trinity (Matrix). De vuelta en el futuro, es momento de abrazar las propuestas de Miu Miu, Marni, Balmain y Saint Laurent. A conocer nuevas galaxias.

Tres productos que tenés que tener en tu armario:

Botas cortas: Aldo para Falabella.

Trench con charreteras y volados: Perramus.

Campera impermeable: Desiderata.

Mochila: Ugo Santini.

at Matías Tortello