El mundo de las excentricidad siempre acompañan a Viktor & Rolf en cada una de sus colecciones. Adoptando un enfoque de "todo vale" o "más es más". En esta temporada la icónica firma presenta: "Rave de Alta Costura", una línea inspirada en los ´80, con su sello personal.
"Para esta temporada, estábamos de humor para algo obviamente opuesto, algo que es básicamente un escape a una atmósfera de fiesta", aseguró el dúo.
Viktor Horsting y Rolf Snoeren desafían las ideas de lo que puede ser la alta costura, con su transgresoras e irreverentes ideas de una esencia juvenil de lo irreal.
Si bien las composiciones ya fueron vistas en otras temporadas, las piezas en sí eran diversas, utilizando elementos de su propio archivo, piezas de joyería y meros trozos de tela para crear nuevos looks que concebían combinaciones incongruentes.
Los diseños buscaban dar la sensación de que el conjunto había sido creado por jóvenes de los ochentas que necesitaban salir ya, sin tener en cuenta los estilos.
La locación también fue comentada, ya que se trató de una fábrica de municiones abandonada de la Guerra Fría. En este ambiente tan underground, las protagonistas fueron las faldas de tul, los colores pastel, la pedrería y el volumen, en una fantasía que mezcla parte de la estética royal con el Rock & Roll.
La colección estuvo compuesta principalmente por piezas separadas, con el fin de dar un aire cléctico al estilo de un dormitorio adolescente, enfrentándose a las ideas tradicionales de lo que la alta costura puede o debe ser.
Una vez más, Viktor & Rolf demuestran que no existe un solo concepto único de lo que es la alta costura, y que en este juego delirante, el arte siempre está presente.
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