Cuando se piensa en la Fashion Week—especialmente en la de Nueva York—es inevitable asociarla con algunas de las marcas más icónicas y consolidadas a nivel mundial, como Chanel, Schiaparelli o Louis Vuitton. Estas casas de moda son el epicentro de la industria y capturan la atención global año tras año. Sin embargo, la Semana de la Moda también es un escenario clave para descubrir nuevas voces y talentos emergentes, diseñadores que aún no tienen la misma fama que los nombres más establecidos, pero que aprovecharon esta edición para presentar sus propuestas y desafiar las normas de la moda actual.
Este año, la NYFW no solo estuvo llena de eventos imperdibles, sino que dio espacio a diseñadores emergentes con visiones innovadoras y propuestas audaces. Aquí, un repaso de algunas de las colecciones más impactantes.
Alexis Bittar: una fusión entre nostalgia y futurismo
El icónico diseñador de accesorios Alexis Bittar debutó en la NYFW con una colección que combinó arte, tecnología y performance. Conocido por haber creado piezas para celebridades como Tyla en la Met Gala 2024, en esta ocasión presentó su propuesta en un espacio interactivo donde actores desempeñaban un papel central en la exhibición.
Inspirado en la estética de los años 80 y una visión del futuro en 2050, el universo de Bittar—el "Bittaverse"—explora temas como el sexismo, el proceso de madurar y la delgada línea entre la realidad y la tecnología. La presentación fue un claro ejemplo de cómo el pasado y el futuro pueden coexistir en un mismo espacio, reflejando el estilo inconfundible del diseñador.
MELKE y el espíritu del oeste en Nueva York
Emma Gage, fundadora y directora creativa de MELKE, presentó su colección The Supper Club, un homenaje a sus raíces en Minnesota y a la energía vibrante de Nueva York.
"The Supper Club se trata de unir el mundo del Medio Oeste con el de Nueva York, ya que soy originaria de Minnesota", contó Gage a Marie Claire. Esta influencia se vio reflejada en una paleta de tonos tierra profundos, evocando los paneles de madera de los tradicionales supper clubs, junto con estampados inspirados en Hidden Valley Ranch, principal colaborador del evento.
Lo más destacable de MELKE es su capacidad para transmitir calidez, comunidad y sentido de pertenencia a través de la moda. Desde la actitud acogedora de las modelos hasta los detalles en las prendas—con easter eggs alusivos al ranch—, todo fue pensado para que los invitados se sintieran parte de un espacio íntimo y lleno de hospitalidad.
Caroline Zimbalist: bioplástico, arte y moda
En una presentación inmersiva, Caroline Zimbalist trasladó a los asistentes a un universo de fantasía y color, donde las modelos, vestidas como ninfas y hadas, interactuaban con el público.
La colección de Zimbalist exploró el uso del bioplástico, evolucionando su función de material escultórico a elemento clave en prendas y accesorios funcionales. Desde aros y anillos hasta corsets moldeados al cuerpo, la diseñadora combinó sostenibilidad y vanguardia, redefiniendo el concepto de moda ecológica con una estética etérea y futurista en tonos pasteles.
"Quiero demostrar que el bioplástico no solo es una herramienta para el medio ambiente, sino también un material capaz de transmitir belleza e innovación", explicó Zimbalist.
Symphony of Styles: una plataforma para diseñadores emergentes
El evento Symphony of Styles reunió a más de 10 marcas de diseñadores emergentes, todos con una visión única de la moda. Desde propuestas femeninas y masculinas hasta colecciones unisex e infantiles, cada diseñador mostró un estilo propio sin miedo a desafiar lo convencional.
El hilo conductor entre todas las propuestas fue la libertad creativa y la experimentación, elementos clave en la evolución de la moda contemporánea.
Cucculelli Shaheen: cuando lo punk y lo romántico se encuentran
Dentro de los diseñadores emergentes, Cucculelli Shaheen fue, sin duda, la firma más destacada de la semana.
Su colección Memento Fiori presentó diseños femeninos, delicados y bordados con volados, todo acompañado por la banda de rock en vivo The Spyrals, que tocó en plena pasarela en un salón musical.
La marca logró equilibrar lo romántico y lo punk, evocando el legado de Vivienne Westwood, pero con una interpretación propia. Con más de 30 looks, la colección tomó influencias del Boho Chic, pero siempre manteniendo la esencia característica de Cucculelli Shaheen.
Para cerrar la NYFW con broche de oro, la firma organizó una after party exclusiva, donde los invitados disfrutaron de un cóctel entre risas, tragos y hasta una pista de bowling, todo inmortalizado por fotógrafos de moda.
Lo que dejó la NYFW 2025: tendencias emergentes
A lo largo de la semana, pudimos ver un adelanto de las tendencias que dominarán los próximos meses. Entre ellas, la mezcla de colores inusuales, accesorios abstractos y el regreso del Boho Chic, junto con prendas asimétricas y la combinación de elementos vintage con moda contemporánea.
Más allá de las tendencias, la NYFW dejó en claro que la moda es un espacio en constante evolución, donde lo único seguro es que no existen límites para la creatividad y la expresión individual.
Fotos de Caroline Zimbalist y Cucculelli Shaheen por Jasmine Mckell Photography
Agradecimientos especiales: Lindsey Media
at Chloé Solnicki.
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