La catalana eligió un outfit total black que llevaba al límite las transparencias, una tendencia de vestido de los 90’ y regresa a la estética de las más atrevidas. Lució un jersey de cuello vuelto cropped con mangas extremadamente largas, que hacía el efecto de escote ‘underboob’, estilo que deja visible parte de sus pechos. La pieza inferior eran unas bragas negras cubiertas con una tela transparente con pedrería negra. Para los pies, llevó unas botas altas negras. Además, llevó un maquillaje y peinado recogido sencillo.
La tendencia ‘underboob’, como se conoce en inglés a este tipo de escote, se hizo viral en 2014 para burlar la censura de Instagram, que elimina las fotos en las que se ve el torso femenino al completo. En los últimos veranos, dejar al descubierto esta zona no solo ha regresado con fuerza, sino que ha marcado el diseño de bikinis y tops. Personajes como Heidi Klum y Kim Kardashian también apostaron a lucir este tipo de escotes en sus redes sociales.
Rosalia al recoger su premio dedicó unas palabras de agradecimiento a Dios, a su familia y a sus amigos. Y resaltó la dificultad que tiene la producción y lo sacrificado que es: "El trabajo de un productor es un trabajo en las sombras, no es muy divertido. Son 15 horas diarias trabajando en un sonido. Viene del amor y la obsesión, y es por eso que te quedas en esa pequeña habitación sin ventanas mientras todos los demás viven la vida cotidiana normal, haciendo cosas de humanos".
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