Las mujeres venecianas adineradas del siglo 16 usaban chapín para elevar sus faldas del lodo, y en el siglo 19, el rey Luis XIV de Francia usaba tacones rojos como símbolo de su autoridad, lo que significó un gran momento en la historia del tacón. El gran rey no era muy alto: medía 1,63 metros. Pero sus zapatos le permitían elevarse hasta 10 centímetros, así que los usaba con los tacones y suelas pintados de rojo, para darles un tono marcial y además ufanarse de su riqueza pues teñir el calzado era costoso, que quizá es la idea que inspiró las características suelas en los stilettos de Christian Louboutin.
Los egipcios los llevaban para caminar sobre sus víctimas, existen también ilustraciones que muestran a hombres y mujeres usando zapatos de tacón.
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Pero el tacón delgado como una aguja es una invención del siglo XX. Con un nombre inspirado en un cuchillo italiano de hoja delgada y punta afilada como una aguja, el tacón fue diseñado en los años 50 con las técnicas y materiales utilizadas (e inventadas) para las aeronaves. El uso del aluminio y del moldeo por inyección para fusionar metales y plástico hicieron posible alargar y elevar los tacones a nuevas alturas. La clave estaba en encontrar una manera de dar apoyo al arco del pie, quitando la presión de los dedos y el talón, y permitiendo que el zapato se moviera con el cuerpo en lugar de ir en contra de él.
Los diseñadores Salvatore Ferragamo, Roger Vivier y André Perugia han sido reconocidos por crear el stiletto, en algún punto entre 1948 y 1954.
En los años 50, los stilettos de 10 centímetros utilizados por Marilyn Monroe le permitieron perfeccionar su famoso y seductor andar; y para los años 60 el revestimiento aspiracional de Hollywood dio paso a la accesibilidad, pues se convirtió en el calzado de elección de la mayoría de las mujeres.
Los años 70, sin embargo, trajeron consigo una contracultura que rechazó el stiletto, ridiculizándolo por ser incómodo y entorpecer el movimiento. Pero con el surgimiento del power dressing en los años 80, el stiletto experimentó un regreso –las anteriores connotaciones de que el tacón era un accesorio sexualizado que carecía de elegancia fue subvertida para convertirlo en la máxima declaración de estilo entre las formidables mujeres trabajadoras.
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Los aspectos fetichistas del stiletto le han ganado al tacón la reputación de ser una poderosa arma de seducción. En su altura máxima, el tacón limita la movilidad, forzando a quien lo usa a dar pequeños pasos. El fotógrafo Helmut Newton y el artista Allen Jones han explorado temas de la sexualidad femenina, la violencia y el poder en sus representaciones de mujeres utilizando stilettos. Las drag queens también usan los stilettos como una forma de amplificar y celebrar las ideas de feminidad.
El stiletto tuvo un resurgimiento en los años 90 y a principios de los años 2000 gracias a su papel protagonista en "Sexo en Nueva York". Carrie Bradshaw es recordada por el robo de sus Manolo Blahnik de tiras.
Hoy, el stiletto obtiene la máxima atención cuando es llevado al extremo. Las botas Armadillo de 30 centímetros de alto de la colección Primavera/Verano 2010 de Alexander McQueen figura entre las creaciones más notables del diseñador, fotografiadas fuera de la pasarela en Lady Gaga y Daphne Guinness –quienes han resaltado la improbable comodidad de los zapatos, así como su inestable inclinación.
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En la actualidad, el stiletto se mantiene como un básico de las pasarelas y como un sello de identidad de diseñadores como Jimmy Choo, Oscar de la Renta y Christian Louboutin. Sin embargo, hay quienes no estarían muy de acuerdo con aquello del agradecimiento a quien los inventó; aunque siguen siendo considerados como un símbolo de liberación y empoderamiento, muchas los han abandonado casi por completo. Hoy en día se venden más zapatillas deportivas que tacones.
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