La Semana de la Moda de Milán, que inicia este martes, llega en un contexto desafiante para el sector del lujo. Con el foco puesto en la creatividad, la innovación y la crisis del mercado, el evento busca ser un punto de inflexión en la industria. A continuación, los cuatro ejes que marcarán esta edición.
1. Un sector en crisis que busca reactivarse
La moda de lujo enfrenta una fuerte desaceleración. Grupos como Kering, propietario de Gucci, Saint Laurent y Bottega Veneta, reportaron una caída del 62% en sus ganancias netas en 2024, con una baja del 23% en las ventas de Gucci. Este contexto obliga a las marcas a reinventarse para recuperar su atractivo y mantener su relevancia en el mercado.
Según la Cámara Nacional de la Moda Italiana, el sector tuvo una facturación de 96.000 millones de euros en 2024, un 5,3% menos que en 2023. En áreas como cuero y calzado, la baja fue del 8,1%, lo que impacta en miles de empleos, especialmente en regiones productoras como Toscana. La Semana de la Moda se presenta como una oportunidad para revitalizar el interés por el lujo italiano y reforzar su impacto global.
2. Gucci y la incertidumbre sobre su futuro
El gran protagonista de la jornada inaugural fue Gucci, que atraviesa uno de los momentos más turbulentos de su historia. A menos de un mes de la presentación de su nueva colección, la marca anunció la sorpresiva salida de su director artístico, Sabato de Sarno, tras solo dos años en el cargo. Sin un sucesor confirmado, el desfile será clave para definir el rumbo de la icónica firma.
La incertidumbre sobre Gucci refleja un problema mayor en la industria: las marcas necesitan innovar y generar deseo en un consumidor cada vez más selectivo. Kering, el grupo dueño de la firma, enfrenta una fuerte presión para encontrar un nuevo liderazgo creativo que impulse la marca hacia una nueva etapa de crecimiento.
3. El apoyo del gobierno y las tensiones en el sector
Ante la crisis del empleo en la moda, el gobierno italiano ha destinado más de 110 millones de euros en ayudas para mitigar los efectos de la desaceleración. Sin embargo, esto no ha evitado el cierre de fábricas ni las dificultades que enfrentan marcas como Bally, que anunció el cierre de su planta cerca de Florencia.
Los sindicatos están negociando para evitar despidos masivos y buscan que los fondos estatales ayuden a salvar empleos. Mientras tanto, la moda italiana busca recuperar competitividad y adaptarse a un consumidor que exige más que solo exclusividad: innovación, sostenibilidad y diferenciación.
4. Grandes desfiles y ausencias notables
A pesar de la crisis, la Semana de la Moda de Milán 2025 contará con 153 eventos y 53 desfiles, incluyendo presentaciones de casas icónicas como Prada, Giorgio Armani, Versace, Max Mara, Ferragamo y Dolce & Gabbana.
Uno de los momentos más esperados será el desfile de Fendi, que celebrará su centenario con un show especial liderado por Silvia Venturini Fendi. Además, DSquared festejará sus 30 años, y Kway su 60° aniversario.
Sin embargo, habrá ausencias importantes. Bottega Veneta, una de las firmas más influyentes de los últimos años, decidió posponer su desfile hasta septiembre, cuando debutará su nueva directora artística, Louise Trotter, tras la salida de Matthieu Blazy hacia Chanel.
En un contexto de cambios, incertidumbre y oportunidades, la Semana de la Moda de Milán se convierte en un espacio clave para definir el futuro del lujo y su capacidad de adaptarse a una nueva era.
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