Rosalía y la evolución de su estilismo: del sobrecargado 'ratchet' al minimalismo cool

Cuando pensamos en Rosalía, varias son las imágenes que se nos vienen a la cabeza, y quizás poco tiene que ver con la "foto actual" de la joven catalana. Es que su sello personal, el que la ha catapultado a la fama mundial, llegó de la mano del chándal y las uñas extremadamente largas con jugado nailart. Excesos, podría decirse.

Sin embargo, la evolución personal de ella como artista, también se ha visto reflejada en su manera de vestir. Atrás quedaron los colores estridentes y el mix de texturas; para darle paso a una mujer que ahora se muestra mucho más natural y despojada. Quizás, más auténtica. 

Ratchet: en el barrio, más es más

Excesos de texturas, estampados y mucho oro. En sus inicios, era poco habitual ver a artista española vistiendo outfits más bien sobrios y monocromáticos. Estética que se alineaba a lo  popularmente llamado "ratchet": un término y estilo que alcanzó su fama a mediados de los 2000 gracias al rapero Lil Boosie, y que más tarde adoptarían figuras como Iggy Azalea, Rihanna o la propia Rosalía. Previamente, en los 90's, fue impuesta por personajes del hip hop como Lil Kim que consideraban que "más es más".

El cerebro maestro detrás de los primeros estilismos de Rosi fue su hermana Pilar Vila Tobella, conocida como Daykiri y que en 2017, le brindaba una entrevista a La Vanguardia en la que aseguraba: “Rosalía es mi hermana, hemos crecido juntas. En casa siempre ha habido revistas de moda, libros, pelis… Eso hace que tengamos un mundo referencial muy parecido. Por lo tanto, si cuando éramos niñas jugábamos juntas, no es raro que lo sigamos haciendo. Trabajar con ella no es trabajar, es ser nosotras como siempre hemos sido”.

La estética de la catalana se nutría de fuentes y referencias de las más variadas, sin embargo una de las señas más características era la de reformular elementos de distintas culturas para mezclarlos y darle vida a lo nuevo.

En lo que a moda pura respecta, estos outfits generalmente estaban conformados por prendas urbanas, con estampados de leopardo, aros gigantes y géneros sintéticos (brillantes) como la lycra. En cuanto a la paleta cromática, colores brillantes y combinaciones contrastantes.

Otra característica particular de Rosalía es que utilizaba, además, uñas XL con diseños de los más osados. ¿Quién se los realizaba? Maritza Paz, la responsable de Dvine Nails, el salón de manicura al que la cantante le ha encomendado sus manos en infinitas -e importantes- ocasiones hasta convertirse en la manicura más codiciada de Barcelona y el mundo.

Folklore español millennial

Lunares, maxi volados, rojo pasión y muchos flecos. El combo ideal para lograr un remix efectivo del folklore español. Tal como su música, que comenzó siento una fusión de los más clásico del flamenco con ritmos más actuales y urbanos, Rosalía supo plasmar este mix en sus looks también.

Algunos de los más memorables de la autora de "Malamente", los pudimos ver en la alfombra roja de diversos eventos internacionales. Una manera de poner el sello "made in Spain" en lo más alto. 

Por ejemplo, en su primera aparición en la Met Gala del 2021, confió en el diseñador Rick Owens que le realizó un look con índices netamente españoles: muchos flecos y su ya consolidado color burdeos. Owens se inspiró en el mantón de Manila: confeccionó una prenda que dejaba al descubierto los hombros siendo también el top que cubría su pecho. Completó con una minifalda y unas botas XXL en la misma gama. La performer llevó el pelo suelto, el makeup nude y como complementos, un clutch negro en contraste y guantes rojos.

Ya en 2020 llamaba la atención en la gala de los Grammy con un wrap dress de cuero y con flecos en rojo de inspiración flamenca de Alexander Wang, además de joyas de Messika.

Durante el tour de "El Mal querer", Rosalía se dejó ver en el escenario con diferentes looks de inspiración flamenca, muchos de ellos con exceso de volados. Además de recurrir a los estampados de lunares y la mezcla de géneros como el vinilo y las transparencias.

Sin lugar a dudas, todos guiños y reminiscencias a su cultura.

Despojada y minimal

La cantante catalana actualmente se encuentra en medio de su Motomami Tour por España y se ha convertido en noticia por haber llevado en el escenario un outfit en tono blanco, que revolucionó TikTok. Rosalía ha vuelto a confiar en la diseñadora española Pepa Salazar. Eligió uno de sus diseños para actuar en Sevilla, un concierto que es parte de la gira mundial que la llevará a presentarse este año en Buenos Aires. 

Rosi se presentó con un total look de punto de la colección otoño-invierno 2022/2023: un top blanco drapeado y una falda con una gran abertura circular, ambas prendas asimétricas. Una tendencia se ha convertido en una de las grandes propuestas al vestir ya que ofrece dinamismo y -por sobre todo- originalidad. Acompañaban muy bien las bucaneras en tono rojo que eligió, además.

Mención aparte es el momento del espectáculo en el que la nacida en Barcelona se quita en vivo el maquillaje y corta sus largas trenzas: una manera de mostrarse más auténtica y "cercana" a su público. Coincidentemente, igual que en su último disco de estudio donde luego de varios años de experimentar con diferentes géneros musicales, logró darle vida a un sonido más propio. "Fue muy duro. Este es el álbum más duro que he tenido que hacer, seguro. Tuve que pasar mucho tiempo escribiendo sola en casa, estando en una habitación sola, escribiendo, escribiendo, escribiendo y escribiendo, tratando de encontrar los sonidos correctos, tratando de encontrar la producción correcta, el arreglo correcto", dijo y agregó: "Fue una época de sacrificio, dedicación, sangre, sudor y lágrimas".

Ya de por sí, el vestuario que viene mostrando en las presentaciones son mucho menos teatrales y más delicadas de lo que solía proponer en el pasado. Rosalía estrenó su gira mundial con un look de Dion Lee en Almería, una apuesta clara y rotunda a la moda española: se trató de un outfit compuesto por una camiseta manga larga y ajustada en color azul eléctrico, con hombreras estructuradas, y una minifalda negra de tablas. Completaba con unas bucaneras en tono azul, a juego con un cinturón XXL con cuatro hebillas, muy de los 2000.