Dior y el poder de los elementos: ¿una despedida para Maria Grazia Chiuri?

El último desfile de Maria Grazia Chiuri para Dior –o al menos así lo sugieren los rumores en París– no pasó desapercibido. En su colección femenina otoño-invierno 2024, presentada este martes en la capital francesa, la diseñadora invocó el aire, el fuego, la tierra y el hielo en un espectáculo que trascendió lo puramente textil para convertirse en una experiencia sensorial.

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El show, más largo de lo habitual, transformó la pasarela en un escenario dinámico donde un pterodáctilo de cartón surcó los cielos, las llamas digitales marcaron el ritmo, grandes pedruscos flotaban desafiando la gravedad y pequeños icebergs emergían del suelo. Un concepto que, en caso de ser su despedida, se sintió como una síntesis de su paso por la maison: teatralidad, eclecticismo y la constante búsqueda de un equilibrio entre la tradición y la vanguardia.

Un desfile con múltiples capas

Chiuri, al mando de la división femenina de Dior desde 2016, volvió a desplegar su capacidad para ofrecer una diversidad de estilos que resuenan con distintas generaciones y gustos. Las blusas blancas bordadas con cuellos altos y mangas amplias evocaron el espíritu del movimiento Nuevos Románticos de los años 80, combinadas con abrigos entallados en seda y lana, ricamente estampados.

El desfile no se quedó en la estética de época: también incorporó abrigos holgados en tonos tierra, superposiciones con camisetas gráficas –donde brilló el icónico "J'adore Dior"– y referencias al streetwear. En el extremo más clásico, los corsés estructurados con silueta acampanada a la altura de la cintura añadieron un toque arquitectónico, contrastando con la ligereza de las transparencias, las medias vaporosas y las zapatillas planas que completaron el look.

El futuro de Dior en la incertidumbre

El desfile de Chiuri llega en un momento de transición para la firma. Dior anunció recientemente la salida de Kim Jones, director artístico de las colecciones masculinas, y las especulaciones sobre la posible partida de Chiuri no se hicieron esperar. Mientras tanto, el nombre de Jonathan Anderson –cerebro detrás de la transformación de Loewe en un fenómeno global– suena fuerte como posible sucesor, aunque su ausencia en la Semana de la Moda de París alimenta aún más el misterio.

Si este desfile fue el cierre de una etapa, Chiuri lo dejó claro: su Dior ha sido una celebración de la diversidad, un diálogo entre el pasado y el presente, y una interpretación de la feminidad sin encasillamientos. Un adiós, quizás, pero sin dudas, una huella imborrable.