Han pasado ya varias semanas desde que los colegios cerraron sus puertas y los royals se apoyan en sus niñeras. Sin embargo, en los últimos tiempos, al igual que los niños de todo el mundo, los pequeños royals han tenido que buscar formas alternativas de enseñanza, así como de entretenimiento. Es cierto que todos ellos han tenido a su alcance amplios recintos con jardines en los que entretenerse al aire libre y, en la mayoría de los casos, además han contado con el apoyo de personal que les ha ayudado a buscar fórmulas para hacer más llevadero el confinamiento.
Este ha sido precisamente el caso de los hijos de los duques de Cambridge. Desde hace varios años, Kate y Guillermo cuentan con la ayuda de la española María Teresa Turrión Borrallo, una experimentada nanny del Norland College, el centro más prestigioso en lo que a formación de personal de atención de los más pequeños se refiere. Pues bien, Teresa ha sido la encargada de hacer que los pequeños Cambridge puedan disfrutar de un ‘confinamiento’ más llevadero y de que los Duques se mantengan pendientes de la crisis sanitaria, en un momento en el que además la reina Isabel se encuentra recluida y el príncipe Carlos ha estado en cuarentena tras dar positivo en covid-19.
También te puede interesar: Enterate por qué los hijos de los reyes belgas son un ejemplo en Europa
Teresa es toda una experta en mantener a los tres hijos de los Duques entretenidos y conseguir que atiendan a sus tareas, sobre todo en una situación compleja. Se ha publicado que para el príncipe George ha sido especialmente difícil porque sentía celos de su hermana pequeña, cuyas tareas eran más llevaderas que las suyas. Sin embargo, ella sabe cómo gestionar esta ‘rivalidad’. Janet Rose, directora del Norland College explicaba que las alumnas reciben lecciones de psicología y pedagogía para saber gestionar este tipo de conflictos, en los que la base es tener conversaciones francas y honestas con ellos, sin perder la calma en ningún momento, para que ellos sientan la tranquilidad. Es lo que se ha dado en llamar coaching emocional, que ayuda a controlar los impulsos y les prepara para la vida adulta. Los niños tienen que aprender que no todos sus comportamientos o actitudes son aceptables, pero no deben sentirse frustrados por ello, sino que tienen que poder gestionarlo con naturalidad.
En esta situación límite es especialmente importante que se mantenga una rutina diaria, para que comprendan que el orden es clave en su desarrollo, al igual que el ejercicio físico, algo que en su caso aprenden de sus padres, que son grandes deportistas. Sin embargo, siempre hay un hueco para el ocio y la creatividad, que son esenciales para su desarrollo artístico y emocional.
at Redacción Marie Claire
Accedé a los beneficios para suscriptores
- Contenidos exclusivos
- Sorteos
- Descuentos en publicaciones
- Participación en los eventos organizados por Editorial Perfil.
Comentarios