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LIFESTYLE | 13-03-2020 14:22

Día Mundial del Sueño: cuántas horas deben dormir los y las niñas

En esta fecha compartimos las claves para conciliar el sueño según profesionales de la salud.

El sueño es un evento fisiológico de gran importancia desde muchos puntos de vista, principalmente la memoria y el aprendizaje. Contar con un sueño reparador es fundamental para la salud de niños y adolescentes.

Sin embargo, no todos los padres y madres son conscientes de que un buen descanso es clave para el aprendizaje y desarrollo de sus hijos e hijas en edad escolar.

“El sueño es todavía un tema del que las familias no son del todo conscientes. Por lo general, recién se preocupan cuando el niño tiene problemas para dormir”, apuntó la Dra. María Elena Mazzola, médica neuróloga infantil y subjefa de la Unidad de Medicina del Sueño de Fleni.

Las horas de sueño ideal para los y las niñas
Los problemas de sueño pueden traer grandes trastornos en la vida adulta

“Sin embargo, debería ser un tema de consulta habitual con el pediatra para saber cuánto y cómo debería dormir un niño desde que es bebé”.

¿Cuántas horas deben dormir los niños y las niñas según su edad?

Si bien cada persona es distinta, los y las especialistas recomiendan entre 10 y 13 horas de sueño para los niños y niñas de 3 a 5 años en edad preescolar (que pueden estar repartidas a lo largo del día); entre 9 y 11 horas de sueño para los y las niñas que asisten a la escuela primaria y entre 8 y 10 horas para los y las adolescentes de entre 14 y 17 años que cursan la secundaria.

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Sueño y aprendizaje, dos variables que van de la mano. Pero, ¿cuál es la relación entre el sueño y el aprendizaje? Durante el sueño se produce lo que se llama un aprendizaje diferido, en el que no interviene la memoria consciente, es decir que los circuitos que se pusieron en marcha en el momento en que aprendimos algo nuevo de día reverberan, es decir, empiezan a funcionar mientras dormimos.

En otras palabras, se repiten lo aprendido de manera inconsciente mientras estamos durmiendo. Cuando este proceso se altera porque hay poca cantidad de horas de sueño o ese sueño está muy fragmentado (el niño o la niña se despierta varias veces), se ve afectada la memoria diferida, lo que conlleva problemas de aprendizaje.

Por otra parte, las personas que no tienen un dormir adecuado sufren de una somnolencia diurna excesiva. Pero a diferencia de los adultos, que cuando durmieron mal simplemente se sienten más cansados, los y las niñas se hiperactivan para vencer ese sueño (se mueven más, se inquietan y no prestan atención).

“Esa somnolencia diurna puede tener como consecuencia trastornos de conducta y confundirse muchas veces con el famoso trastorno por déficit de atención con hiperactividad (ADHD)”, indicó la doctora Mazzola.

“Por otra parte, me parece muy importante destacar que los y las adolescentes que tienen un sueño poco reparador tienden más tendencia a sufrir accidentes, sobre todo si manejan, debido a la somnolencia, y también tienen una mayor propensión a la depresión y al abuso de sustancias, desde despertadoras como el café pero también drogas.

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Además se observa una mayor tendencia al suicidio. Todo esto está estudiado y no es ninguna tontería”, explicó. ¿Qué significa dormir bien? Dormir bien significa la ausencia de insomnio.

El insomnio se traduce en alteraciones del sueño que pueden ir desde las dificultades para conciliarlo (aquellos niños y niñas que no pueden dormirse por sus propios medios), las dificultades para mantenerlo (despertarse varias veces en la noche), o los despertares precoces (despertarse, por ejemplo, a las cuatro de la mañana y no poder volver a dormir).

Las horas de sueño ideal para los y las niñas
Si un bebe se despierta o tiene problemas para conciliar el sueño durante más de 3 meses hay que consultar con un especialista

Pero atención: los padres y las madres no deben alarmarse ante la aparición ocasional de alguno de estos factores, ya que es común que alguna vez un niño o una niña tarde en dormirse o se despierte por la noche.

Sin embargo, hay que estar atentos a los patrones: si alguno de estos problemas persiste durante un periodo de tres meses o más, se considera que el niño tiene problemas con su sueño.

Consejos para el buen dormir

Las horas de sueño ideal para los y las niñas
Limitar el uso de las pantallas antes de dormir es una herramienta muy efectiva para conciliar el sueño

 

Hay algunas rutinas que pueden facilitar la conciliación y el mantenimiento del sueño durante la noche. Aquí, algunos consejos de los y las especialistas:

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  1. Tener rutinas más o menos estables a lo largo de los siete días de la semana. Los horarios para acostarse y despertarse no deben variar en más de dos horas durante el fin de semana en comparación con los de la semana. Por ejemplo: si de lunes a viernes el niño o la niña se despierta a las siete de la mañana, sábados y domingos no debería dormir más allá de las nueve de la mañana. Lo mismo rige para los horarios de las comidas. Por lo general, la segunda porción del día debería estar asociada a una mayor quietud, mientras que las actividades más estimulantes deberían estar reservadas a la primera porción del día.
  2. Limitar el uso de las pantallas (televisores, tablets, celulares) a dos horas por día y tratar de no usarlas hasta dos horas antes de la conciliación del sueño. Los medios electrónicos desplazan el sueño por la sola presencia de otra actividad que requiere de la atención del menor (estar viendo videos en Youtube, por ejemplo), pero también por la interacción con pares mediante el dispositivo (el efecto estimulante de sostener conversaciones de Whatsapp con los amigos y amigas, por ejemplo). Además, la luz azul que emiten los dispositivos, igual a la que emiten fuentes naturales como el sol, tiene efectos sobre la secreción de la melatonina, que es la hormona que le indica al organismo que es la hora de dormir.
  3. Promover el ejercicio físico diario pero evitarlo en horas cercanas a la noche. Cualquier actividad física, sobre todo si es lúdica, es recomendable en los niños y niñas, pero no debe realizarse hasta dos horas antes de la conciliación ideal del sueño porque aumenta la temperatura corporal y eso inhibe una de las señales fisiológicas del sueño, que es el descenso de la temperatura corporal.
  4. Tratar de evitar los estimulantes después de las cinco de la tarde. Los niños y las niñas no deberían consumir café, té o chocolate o bebidas cola después de esa hora.

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