Existe un secreto de belleza para este “bad skin day” que a todas nos tocó vivir alguna vez. Y que conste: no supone necesariamente un coste extra ni de tiempo ni de dinero.
Más allá de ese rostro cansado por la ruleta ganadora oficina/afterwork/cóctel/fiesta/o cualquier otro motivo (tachá el que no corresponde aunque puede que todos quepan en tus 24 horas), entra en juego un hábito casi instintivo: el maquillaje.
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Labial, máscara de pestañas, polvos matificantes y un largo etcétera de productos que hacen que multipliquemos los gestos de belleza.
Por mucho que cuidemos la composición de nuestros imprescindibles, no podemos prescindir del gesto más importante en todas las rutinas de cuidados de la piel: desmaquillarse bien y en profundidad. Es la clave para lucir una piel radiante y sin imperfecciones.
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Ya sabrás que las células de la dermis se regeneran por la noche. De ahí la importancia de dormir 8 horas diarias tal y como siempre recomiendan los médicos (y las modelos).
Ante esta fase crucial, tu piel necesita un producto suave, no irritante, agradable al tacto y realmente reparador.
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¿Cómo aplicarla correctamente? Es muy importante agitar bien antes de su uso para que todas las fases se mezclen y quede todo el producto homogéneo.
Luego tan solo te queda aplicar un algodón empapado con el producto durante unos segundos sobre el ojo cerrado y retirar suavemente los restos de maquillaje.
at Redacción Marie Claire
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