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La otra cara de Río de Janeiro: el barrio más exclusivo de la ciudad carioca
Barra de Tijuca despliega sus encantos. Playas más tranquilas, gastronomía exclusiva y hotelería de lujo hacen de esta zona una de las mejores opciones para disfrutar de la Cidade Maravillhosa.
Cuando se piensa en Rio de Janeiro, lo primero que se viene a la cabeza son las playas de Copacabana o Ipanema, el Pan de Azúcar y el Cristo Redentor, que como cantaban Os parlamos do sucesso, nos recibe con sus brazos abiertos de tarjeta postal. Pero la Cidade Maravilhosa tiene mucho más para ofrecer, tanto a los reincidentes como a los que no tuvieron la suerte de pisar sus playas.
En la zona oeste de la ciudad, a solo 20 minutos en subte de Leblon, se extiende Barra de Tijuca, una de las zonas más exclusivas de Rio. Poblada de condominios y hoteles de lujo, su trazado entre el mar y las lagunas de Tijuca y Marapendi brinda unas vistas increíbles para donde se pose la vista. Un barrio con un ritmo distendido, que invita a relajarse en sus playas, pero tambien a descubrir sus encantos naturales, sus rincones gourmet y porque no, sus shoppings.
Junto a los característicos peces que decoran toda su rambla, las playas de barra ofrece tranquilidad y buenos servicios.
Que hacer
Naturalmente se comienza por sus playas que brindan el color y calor de Rio, pero sin la masividad y movimiento de las del centro. Son playas menos populosas y más seguras pero no por eso menos animadas. Su rambla, que se extienden por mas de 7km, está bien surtida de bares y chiringuitos con una oferta gastronómicamica para todos los gustos. Desde platos sencillos para almorzar a una completa picada cuando baja el sol y se prenden las luces que iluminan toda la playa. Para los amantes de los deportes, algunos paradores cuentan con canchas de vóley y también ofrecen clases de surf y kitesurf.
La playa Joatinga, uno de los secretos mejores guardados de Río.
Una playa de ensueño y que no muchos conocen es Joatinga, delante del morro Pedra da Gavea, entre Barra y San Conrrado. A esta pequeña herradura sobre el mar se llega en auto, ya que se encuentra rodeada en paredes de piedra. La playa no tiene un acceso sencillo pero la vale la pena la aventura para gozar de uno de los lugares mas encantadores de Rio.
Paseos con buen sabor
Barra de Tijuca ofrece un circuito de bares y restaurantes para complacer a los mas sibaritas. El epicentro se encuentra en la Av. Olegário Maciel, o simplemente Olegario, como todos la conocen. Es la calle con más ambiente de la zona, sobre todo por la noche. Basta con caminarla un poco para encontrar música, buena onda y opciones de cocina para todos los gustos. Uno de los imperdibles de esta calle es Ferro e Farinha, una pequeña pizzería con hornos a leña fundadada por el nuyorquino Sei Shiroma. Alli propone un delicado mix entre el tradicional estilo napolitano y creaciones originales que este año le valieron el puesto 31 en el ranking 50 Top Pizza del mundo.
El restaurante Ocyá esta ubicado en una isla de la laguna Tijuca.
Otro simpático paseo con una gran recompensa al final, es descubrir el pequeño delta sobre la Laguna Tijuca. Para recorrerlo lo ideal es tomar las lanchas que parten desde Shopping Barra Point o desde la estación de metro Jardim Oceânico. Se navega entre islas con propiedades privadas, pequeñas posadas y varios restaurantes. Luego de bordear la isla Gigóia, la más grande del archipiélago, se divisa Ocyá, el acogedor restaurante del chef Gerônimo Athuel recomendado en 2024 por la Guia Michelin. Su innovadora propuesta gastronómicamica en pescados y mariscos llama tanto la atención como la instagrameable cámara de maduración que se encuentra a la vista del público.
Vista al mar desde una de las suites del Grand Hyatt Río de Janeiro.
Mucho más que confort
Otro de los puntos fuertes de Barra de Tijuca es su amplia oferta hotelera. Dentro de esta se destaca el Grand Hyatt Río de Janeiro que combina la comodidad y los servicios de lujo de un hotel de cinco estrellas con la informalidad de un resort de playa. Con amplias habitaciones con vista al mar o a la Laguna de Marapendi, este hotel ofrece todas las comodidades para un relax total: servicio de playa que incluye sillas, toallas y sombrillas, una amplia piscina al aire libre, un Club Infantil para niños de hasta 12 años, paseos en bicicleta y gimnasio. También brinda la opción de tomar de clases de yoga, de coctelería y de cocina con su divertido programa Master Chef.
Sesión de masajes en Atiaia Spa.
Un mimo que vale la pena darse es visitar el Atiaia Spa, un elegante espacio en el subsuelo del hotel que ofrece una selección de masajes y tratamientos para el bienestar corporal y mental.
También cuenta dos restautrantes. El luminoso y acogedor Cantô Gastrô & Lounge, con una interesante barra y un menú que reinterpreta la cocina clásica brasileña. Y Shiso, uno de los mejores lugares de comida japonesa de Rio. Alli en el centro de la escena el chef Guilherme Campos y su equipo preparan sus creaciones exclusivas. Un verdadero deleita para la vista y el paladar.
Shiso, uno de los mejores restaurantes de comida japonesa en Rio de Janeiro.
Otra divertida actividad para aprovechar es un paseo en ferry por la Laguna de Marapendi, con una guía biólogo que permite a los huéspedes explorar la flora y fauna local, comparte datos interesantes sobre los caimanes, capibaras y diversas aves que se avistan en la salida.
Para los amantes de las compras, a solo 10 minutos en auto del hotel se encuentra el Barra Shopping, el más grande de Rio, con todas las marcas locales e internacionales para satisfacer todos los gustos… y los bolsillos.
Fauna autóctona en la Laguna de Marapendi.
Escapadas
Para los viajeros curiosos una buena excusa para abandonar por un rato las tranquilas playas de Barra es hacerse unas escapadas para conocer un poco mas de la ciudad de Rio. Si ya se visitaron los clásicos miradores de Rio, aquí van dos propuestas diferentes para admirar la ciudad desde las alturas. El primero es Vista Chinesa, que se encuentra inmerso en la floresta del Parque Nacional de Tijuca. Alli se erige la Pagode, una bonita construcción de estilo oriental que rinde homenaje a los primeros chinos que trajeron el té a Brasil. Desde allí se tienen unas vistas increíbles de la parte sur de Rio. También cuenta con senderos para recorrer y avistar algunas cascadas y la fauna del lugar.
Mirador Vista Chinesa.
El otro mirador es Doña Marta, situado casi en el centro de la ciudad. Tiene el Cristo Redentor a sus espaldas y el Pan de Azúcar al frente, y una vista privilegiada de la Bahía de Guanabara, la Laguna Rodrigo de Freitas, las playas Ipanema y Leblon y hasta del estadio Maracaná. Sin duda, un lugar desde donde apreciar la exhuberante belleza de Rio.
Carnival Experience, una visita guiada para conocer el detrás de escena del carnaval de Río.
Otra escapada más que interesante (y divertida) es la que nos propone la Carnival Experience, donde la scola do samba Acadêmicos do Grande Rio abre las puertas de su cuartel central para mostrar cómo los cariocas viven y siente el carnaval. Es un recorrido mágico que comienza en los talleres donde se arman las carrozas, cuentan un poco la historia y el presente del carnaval y finaliza con una prueba de vestuario y clases de samba. Déspus del baile, una caipirinha para recuperar el aliento. O brigada Rio!