(Sarah Moon)

Foto: Sarah Moon

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Gran reportaje | 23-10-2025 08:03

Sarah Moon y Yohji Yamamoto, dos leyendas del arte y el diseño: "Nos gusta ser parte de la historia de la moda"

Dos leyendas de la moda y del romanticismo oscuro son amigos y colaboradores cercanos desde hace décadas. Un libro que repasa su histórica colaboración acaba de publicarse con las imágenes de Sarah Moon sobre los diseños transgresores y revolucionarios de Yohji Yamamoto. Aquí, hablan el uno del otro con la franqueza que sólo surge de años de respeto y afecto mutuos.

¿Cómo se conocieron? ¿Qué sintieron el uno del otro?
-Yohji Yamamoto: Genial. Cuando ella va a fotografiar un conjunto, sabe todo: el tipo de mujer, el tipo de chica, el sentido de la chica y el sentido de la prenda. Y yo soy muy feliz de mirar sus fotos porque no usa luces fuertes, me encanta. Es fotografía de moda moderna, ya es arte. Y cada vez que la miro o hablo con ella, siempre está hermosa, no importa la edad que tenga… En fin, nos amamos.

Es interesante tener la oportunidad de un encargo con un diseñador que te gusta y que confía en tu trabajo.


-¿Y el primer encuentro?
-YY: Sentí como si me fuera a tragar. Me hizo sentir como un vaso de agua, o de Coca-Cola, o simplemente un café.
-Sarah Moon: En realidad, conocí su ropa antes de conocerlo a él, porque fueron los editores de las revistas quienes me la acercaron. Por supuesto, me impresionaron. Lo conocí después, al hacerle un retrato, y pude entender más sobre él, aunque los dos éramos bastante silenciosos.


No recuerdo las fechas exactas. Iba regularmente a sus desfiles, y mi entusiasmo nunca se detuvo. La película que hizo Wim Wenders sobre él fue otro paso hacia su personalidad, y entendí que lo que creaba estaba completamente entrelazado con sus sentimientos.

“Sentí como si me fuera a tragar. Me hizo sentir como un vaso de agua, o de Coca-Cola, o simplemente un café” Yamamoto.


-¿Cómo evolucionó su colaboración?
-YY: No sé qué pensará ella, pero yo miré su fotografía durante muchísimo tiempo y, una sola vez, me invitó a su exposición. Entre tantas fotos de otros diseñadores, puso mis grandes prendas en el centro. Fui más que feliz.
-SM: Me gusta que él siempre trabaje con negro, dirigiéndose a la misma mujer, sea quien sea, pero haciéndola cada vez diferente – ni tout à fait la même, ni tout à fait une autre (“Ni del todo la misma, ni del todo otra”), dice el poeta. Con el tiempo, nunca siguió ninguna tendencia que no fuera la suya propia.

Nuestra colaboración alimentó mi manera de trabajar porque me atraía su imaginación, su fantasía, la arquitectura de las prendas, los materiales, los colores agregados al negro… todo como variaciones de un mismo tema que se volvía familiar, pero en cada foto había una sorpresa que me impulsaba a seguir.

-Yohji-san, ¿la manera en que ella fotografía tu ropa influye en tu trabajo?
-YY: ¿Por qué no? Esa oscuridad me inspiró mucho, y un detalle pequeño pero importante: amo su nombre… un nombre hermoso, Sarah Moon.
-SM: Es interesante tener la oportunidad de un encargo con un diseñador que te gusta y que confía en tu trabajo.
Siempre creí que lo que hace un artesano es probar más, probar mejor. Y eso me representa, porque me veo a mí misma como una artesana en mis encargos. Probablemente es la única manera de encontrarse en una encrucijada.

-Sarah, dijiste que su mantra compartido es: “slow slow, quick quick”. ¿Qué significa?
-SM: Cuando él me pidió “estar en la historia de la moda con él”, nuestro mantra “slow slow, quick quick” apareció porque el tiempo nos apuraba tanto como nosotros queríamos aprovecharlo al máximo.


“Es interesante tener la oportunidad de un encargo con un diseñador que te gusta y que confía en tu trabajo” Moon.


-La industria de la moda cambió mucho desde que se conocieron. ¿Qué sienten al respecto hoy?
-YY: Gran pregunta. Diseñé ropa negra, sucia, oscura durante mucho tiempo, y la gente lo aceptó. Para mí fue un milagro, un milagro que me pasó. Por supuesto, para que ese milagro ocurriera, muchos periodistas y compradores tuvieron que entenderme y seguirme.
Y ahora sufro: ¿debería superarlo, debería simplemente continuar…? Es una gran, gran pregunta, como una mochila que cada día se vuelve más pesada. Pero no bromeo: tengo una sombra brillante a mi lado, y ella hace que todo avance internacionalmente. Así que siento que no es solo mi error, también es el error de mi sombra…
-¿Ella es tu sombra?
-YY: Sí. En cualquier caso, la amo.