Incel y Femcel: las comunidades de personas involuntariamente célibes 

Cuando no existían los servicios de mensajería instantánea y las redes sociales, Alana, una estudiante transgénero canadiense, propuso una marcha donde las personas que querían tener sexo y no lo conseguían por diferentes razones, compartían sus experiencias y pensamientos. Era una especie de comunidad de ayuda mutua que se agrupaba bajo el nombre de “Proyecto de celibato involuntario de Alana”. 

Con el correr de los años, la comunidad comenzó a crecer respecto a personas adultas que aseguraban ser incapaces de tener relaciones románticas y relaciones sexuales con otras, como sería su deseo. Las conversaciones de la comunidad fueron cobrando un tono desagradable marcado por el resentimiento y la misoginia, que derivó en casos de machismo violento.

El grupo escapó del control de su creadora y se convirtió en un nido de comentarios de odio en internet. “Lamento la oleada de odio y de rabia que iba a surgir de una idea que trataba de dar apoyo a personas. No era un espacio donde los tipos se reunían a culpar a las mujeres de sus problemas. Esa es una versión muy triste del fenómeno que está ocurriendo. Las cosas han cambiado mucho en los últimos 20 años” expresó la estudiante canadiense en diálogo con la BBC. 

En un principio el término “Incel” intentaba describir a cualquier persona, sin importar el género, que se sintiera solo y que nunca hubiera tenido relaciones sexuales. Con el correr de los años, se instaló en la comunidad de hombres que consideraban el sexo como un derecho, culpabilizando y atacando a las mujeres por no poder obtenerlo. 

En 2016 aquel foro quedó en el olvido, y mientras Alana se encontraba leyendo una revista de contenido feminista, descubrió un artículo sobre Elliot Rodger, el hombre que mató a seis personas en un tiroteo antes de suicidarse, como venganza hacia las mujeres por haber sido rechazado a lo largo de su vida. Los asesinatos cometidos por Rodger popularizaron el término “Incel”, sacando a la luz las comunidades virtuales que se caracterizaban por albergar discursos de odio hacia las mujeres y hacia hombres atractivos que sí podían tener sexo. 

La canadiense descubrió que, al igual que los “Incels” también existen las “Femcels”. El grupo de mujeres célibes involuntarias tuvo su pico de popularidad cuando el medio británico The Guardian y la revista estadounidense Elle publicaron artículos sobre su comunidad. Según un artículo de The Atlantic, más de 25.000 usuarias sienten el mismo rechazo social debido a su apariencia física.  

Una “Femcel” es una mujer adulta que sufre algún tipo de problema que le impide tener una relación romántica y sexual. Frente a la cultura en que vivimos, impera la discriminación a causa del aspecto físico, y muchas mujeres confían en el celibato para protegerse de lo peor de la cultura del sexo casual. 

En los foros las mujeres aseguran que, debido a los cánones impuestos por la sociedad, se sienten relegadas a un tercer plano. "Los problemas a los que se enfrentan las femcels vienen derivados de la soledad, el acoso escolar, el rechazo social, la discriminación de determinados trabajos a causa de su físico o enfermedades mentales como la depresión” asegura una usuaria; mientras que otra agrega “la superficialidad de los hombres las pone en desventaja, causando problemas en el plano sentimental, social y económico”. 

"Las verdaderas femcels ven dos opciones para sí mismas: renunciar por completo al amor y a la sociedad; o iniciar un camino hacia la superación personal”. En términos generales, están encontrando su camino hacia los extremos, pero no hacía nada revolucionario” asegura el artículo de The Atlantic. 

 

at Redacción Marie Claire.