Thursday 25 de April de 2024

SOCIEDAD | 21-03-2023 08:02

Mariela Belski, de Amnistía Internacional: “Hay que regular la violencia en redes sociales”

Es defensora de los derechos humanos desde que tiene memoria, la directora de Amnistía Internacional Argentina explica por qué la libertad de expresión debe tener límites.

Unos lentes de diseño pueden parecer un simple y superficial accesorio fashionista, pero también pueden constituir el detalle de color que evidencia que quien los lleva, es una mujer que siempre miró la realidad desde un lugar “distinto”. Y Mariela Belski siempre fue “una distinta”. Cuando en la escuela primaria le enseñaron el Viejo Testamento, ella pensó que estaba ante un libro plagado de injusticias. Cuando en el colegio secundario convivía con sus padres y una empleada doméstica “con cama adentro”, ella decía que allí había esclavitud. Y cuando nadie hablaba de trabajo infantil, se indignaba cada vez que la distribuidora de perfumes de su familia convocaba a chicos para armar pedidos.

Hoy, Mariela lleva más de 10 años al frente de la dirección ejecutiva Amnistía Internacional Argentina, un movimiento global que –según la web institucional- “se toma la injusticia como algo personal”. Desde esa entidad, lidera un equipo de más de 100 personas que defiende legalmente a refugiados, mujeres víctimas de violencia de género y a jóvenes asechados por la violencia de las fuerzas de seguridad, entre otros.  

-Amnistía participa de “causas colectivas” (como el aborto legal), pero también defiende a personas individuales. Con tantos años trabajando en derechos humanos, ¿qué historia te atravesó particularmente?
-Muchas. Hace algunos años, el caso de Belén (joven condenada a prisión en Tucumán acusada de haber interrumpido su embarazo cuando había sufrido un aborto espontáneo). Otro caso tremendo fue el de un chofer de un remis que estuvo preso injustamente y sin sentencia firme durante 10 años. Salió porque era inocente, pero fue preso por ser amante de la pareja de un comisario. Cuando recuperó la libertad, le compramos unas gomas nuevas para que pudiera volver a ser remisero y lo contratamos para ayudarnos. También me llegan mucho los casos de abuso de fuerzas de seguridad. En Argentina hay un patrón muy fuerte de ese tipo de casos con gente muy humilde. El caso Santiago Maldonado... Es difícil elegir uno.  

“Existen personas que generan fake news y se amparan en el discurso de la libertad de expresión absoluta. Y la verdad es que, en este momento, la libertad de expresión ya no es más absoluta, tiene un límite, que es el discurso de odio”.

-Si tuvieras el “súper poder” de crear una ley, ¿cuál sería?
-Voy a decir algo que va a generar ruido: Hay que regular la violencia online porque su impacto es tremendo y termina siendo off line. Me preocupa especialmente esa violencia hacia mujeres defensoras de los derechos de las mujeres. Nos encontramos con programas de televisión de prime time (como el de Viviana Canosa u otros de La Nación+) que dicen cosas falsas, que informan mal y que critican (sin ningún tipo de consecuencia) a las mujeres y a la comunidad LGBTIQ+. Esto que describo es grave y sucede tanto en Argentina como en otras partes del mundo, en medios de comunicación y en redes sociales, que hoy son casi más importantes que un canal de televisión o una radio.

Allí hay un problema en términos violación de Derechos Humanos porque eso se llama “discurso de odio”. Así se denomina a lo que ocurre cuando una persona con una voz relevante (como un periodista) empieza a manifestarse en contra de determinados grupos (en general, vulnerables) y esa manifestación impacta en terceros, haciendo que terceros piensen igual que la voz relevante. Es algo prohibido por el derecho internacional de Derechos Humanos. Hay un problema jurídico con eso, no se puede ir por la vida diciendo cualquier cosa.


-En otros países existen leyes que limitan las redes sociales. ¿Ves factible que se legisle algo así en nuestro país? 
-No, y menos en un contexto electoral. Hay un gran vacío jurídico. Este tema genera un debate muy incómodo para los que trabajamos en la defensa de los Derechos Humanos porque la libertad de expresión es absoluta y “no se toca”. Pero hay personas que generan “fake news” y se amparan en el discurso de la libertad de expresión absoluta. Y la verdad es que, en este momento, la libertad de expresión ya no es más absoluta, tiene excepciones. Tiene un límite, que es el discurso de odio.

Mariela Belski
Desde muy chica Mariela luchó por la injusticia social y los derechos de otras personas. 


-El año pasado el Mundial de Fútbol fue en Qatar, país en el que mujeres y otros colectivos no gozan de derechos básicos. Que se realice ahí, ¿constituyó un retroceso para los derechos humanos? 
-Creo que sirvió un montón porque pudimos concientizar sobre lo que ocurría en ese país, sobre lo cual Amnistía ya venía haciendo informes y denunciando. Gracias al Mundial, una de las campañas que hicimos se convirtió en la más exitosa. Si bien nosotros seguimos siendo críticos, ahora sabemos absolutamente todo sobre ese país. Se habló mucho en los medios, la gente decía: “Qué horror Qatar”. 
 

-Para terminar, ¿de dónde salieron esos lentes tan originales? 
-(Ríe) Los hace un diseñador independiente holandés de la comunidad LGTBIQ+ al que conocí en Holanda. Según él, nadie es tan fanática como yo de este modelo. Lo tengo en siete colores. Lástima que todavía no lo sacó en verde, color a favor del aborto legal. 

at Mariana Comolli

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