Cuándo Madonna dijo “Si toda tu vida ha fallado y esperas ser algo mejor de lo que eres hoy, yo conozco un lugar en que puedes escapar”, ella se refería a la posibilidad de usar la moda y la música como herramientas para liberarse de estigmas y cadenas. En la noche del jueves 21, el Konex fue el escenario de esa experiencia.
Tebas es un nombre ya conocido en el medio fashion, con tan sólo cuatro colecciones, la marca logró establecerse como referencia en el ready to wear y crear una comunidad fiel que representa lo mejor de la moda: personas con estilo.
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Más que eso, sus desfiles (que en su mayoría son independientes) son una gran reunión para la comunidad LGBTQ+ de Buenos Aires – y la oportunidad para que uno se vista de la manera que quiera, sin preocuparse con prejuicios ajenos. Es un espacio de aceptación, e incluso exaltación para todas las personas.
Moda en su mejor esencia: la libertad de expresar lo que uno desea ser; una versión mejorada de sí mismo. Estos desfiles son basados en temáticas de ballrooms – quien haya visto “Pose” en Netflix va a saber de qué estoy hablando. Es la cultura queer más viva que nunca.
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Con una pasarela exageradamente escenográfica, una primer fila con rostros destacados – tanto de la industria fashion, como personajes de la noche porteña –, la temporada SS20’ fue nombrada Lamatrix. Arrancó con un discurso del personaje Berlín en “La Casa de Papel”, en dónde el mismo explica el concepto de Lamatrix (la realidad inexistente, creada para encarcelarnos en un mundo que no es verdadero) y siguió con bailarines semi-desnudes al ritmo de la ex modelo y actual cantante Ana de Vicentis.
Entre pasadas extravagantes (y otras no tanto), les modelos variaban entre drag queens, chiques transexuales, plus size, pibes queers y hasta modelos cis-heterosexuales (todes son bienvenides en ese mundillo).
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La ropa resultó interesante, pero los personajes que le dieron vida fue el punto alto del show. Entre ropas que próximamente van estar disponible para la venta, había armados conceptuales creados especialmente para el desfile.
Una pasarela no pensada en promocionar ropa, sino un evento que celebra la cultura LGBTQI de manera novedosa y creativa.
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