Cómo dar a conocer firmas argentinas de moda a nivel mundial: Alejandra Boland cuenta su experiencia

Toda la vida supe que quería tener mi marca de ropa, quizás por venir de una familia en la que emprender era lo más natural.

Después de terminar mi carrera como Diseñadora de indumentaria en la Universidad de Palermo, me zambullí de lleno a crear mi negocio: así nació Ceilonia, junto con una socia, amiga de la facultad, hace más de 15 años. Transcurrido un trayecto, nos asociamos con mi padre, empresario de siempre, quien nos fue llevando por un camino muchísimo más profesional, enfocado en un crecimiento sólido a lo largo y ancho del país.

Nos destacamos por nuestras propuestas de ropa de noche y, de a poco, nos fuimos posicionando dentro del mercado argentino, compartiendo percheros en los mejores multimarcas de Argentina con las etiquetas más importantes. Crecimos mucho, fueron años de mucho éxito, con los típicos vaivenes de quien emprende, pero siempre yendo por más.

Cerrando el 2018, tanto mi socia como yo, sentimos que habíamos llegado al final de un ciclo: separamos nuestros caminos y, en mi caso, me tomé un tiempo para reflexionar de qué manera quería seguir vinculada con la moda. Fue así como decidí volver a mis bases, a hacer cosas que realmente me gustaran: una marca reinventada direccionada a un producto de lujo. Emprendí una búsqueda alucinante de recursos por todo el mundo como París, Nueva York e India, siempre explorando lo mejor para resignificar la idea de lo que es el lujo para mí.

En paralelo, empecé a desarrollarme como consultora de negocios y, de la mano de esto, comencé a evaluar que era posible la expansión global de mi marca; generé un plan y participé de Coterie, la mejor feria mayorista de Estados Unidos, la cual me llevó a vincularme con los jugadores más importantes de la parte comercial de la industria. Por otro lado, me acercó la posibilidad de poder llevar a cabo una curaduría de marcas de Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia, que cómo en mi caso, quieran crecer en el mundo.

Hoy existen muchísimas oportunidades para las marcas que quieran internacionalizarse: hay mucha atención puesta en marcas de América Latina y me encanta ser parte de plataformas que puedan apalancar a las marcas en su expansión a nuevos mercados.

Es fundamental comprender que se trata de un proceso en el que se debe estar dispuesto a adaptarse, crecer y arriesgarse, confiando en la firma y en la capacidad empresarial propia, así como en el plan trazado.

Es clave ser consciente del trabajo y la energía que cada uno dedica a sus proyectos y entender que eso puede replicarse donde uno lo desee. En definitiva, no se trata de suerte sino de marcar el rumbo y seguir los pasos adecuados.

En mi opinión, el consejo más valioso es enfocarse en la profesionalización y en tomar el control de los negocios. Esto incluye capacitarse y buscar asesoramiento para poder establecer objetivos claros y definir la dirección hacia la cual se quiere llevar el negocio. Si bien la pasión es un gran motivador al momento de emprender, es crucial tener una estructura sólida que permita la materialización de los sueños de manera creativa, rentable y satisfactoria. Para lograr este objetivo, es necesario transformarse de emprendedora a empresaria y marcar un camino de crecimiento a un ritmo propio.