El primer café LGBT de Sudámerica está en Buenos Aires

Sin dudas es la esquina más colorida y alegre de todo Palermo. Los banderines de colores, las macetas, las mesas, el logo y ¡hasta mucha de la pattiserie! tienen los tonos de la bandera LGBT.

Hace apenas unos meses Pablo Terrera se fue de una multinacional con retiro voluntario y tras un viaje por Europa se animó y decidió en invertir en el “primer café hetero friendly de Buenos Aires”: Maricafé (en Honduras 4096). “Visité uno en Berlín, pero que quise abrir una versión menos nocturna, más bien para todes y que reciba al público desde la mañana hasta la noche.

Así fue como conjugué tres aristas: la buena gastronomía, el arte y los libros”, cuenta sentado en una mesa del local en el que se ve de fondo un frase mítica de la drag RuPaul, Because reading is fundamental.

Maricafé tiene pastelería de gran calidad (comandada por el chef Fernando Golabek), que incluye su famosa Rainbow Cake (torta arcoiris con frosting de limón y vanilla y bizcochuelo de colores), imperdibles brunchs, platos del día para almuerzo y cena, opciones de tragos y una gran biblioteca de artistas, autores y temática LGBT para comprar o simplemente leer degustando un café.

La idea claramente es que este spot se convierta en un lugar de encuentro para todo público. “Vienen montones de familias, oficinistas a trabajar, niños que juegan con nuestras dragas y por la noche amigos o parejas para disfrutar de algunas de nuestras propuestas divertidas”, explica el dueño.

Hasta hace muy poco los viernes eran los días para ver el capítulo de la serie de RuPaul con pre y after show de drag queens, los sábados juegan a emular Caso cerrado (el famoso programa latino que comanda la Doctora Polo), los jueves proponen un torneo Gaymer con juegos clásicos de consola y los lunes es el turno de café de tarot a voluntad.

Y hay montones de ideas más en mente: como un tributo a Britney, lectura de poesías y la Maricafest cuando celebren el año de existencia. Para terminar Terrera apunta: “Somos el único lugar en Buenos Aires que tiene un protocolo para saber resolver discriminación entre mesas. Tenemos reglas a priori para disuadir y que nadie se sienta mal y en el caso que no se solucione ejercemos el derecho de admisión”.