Tuesday 23 de April de 2024

CULTURA | 16-11-2022 14:34

Britannia: el Yate Real que significó una expresión flotante y marítima para la Reina Isabel II 

La quinta temporada de The Crown revela por qué la fallecida monarca consideró a su barco como el verdadero “capricho” de su reinado. 

Francisco Ferreyra
Francisco Ferreyra

Contador, periodista y productor.

“Todos mis palacios han sido heredados. Todos llevan el sello de mis predecesores. Tan solo el Britannia es realmente mío... Desde el diseño del casco hasta la más diminuta pieza de porcelana, es una expresión flotante y marítima de mí misma” asegura la Reina Isabel II en la quinta temporada de The Crown, durante una audiencia privada con el primer ministro John Major. La exitosa serie de Netflix comienza mostrando uno de los mayores conflictos que padeció la monarca: la “necesaria” remodelación del yate real que puso bajo escrutinio su reinado. 

Britannia: el Yate Real que significó una expresión flotante y marítima para la Reina Isabel II 
Britannia: el Yate Real que significó una expresión flotante y marítima para la Reina Isabel II

La ficción histórica de Peter Morgan, repasa una nueva etapa del reinado de Isabel II, que se acerca a cumplir 40 años en el poder. Mientras revisa los momentos más importantes de su reinado, surgen nuevos retos que afrontar y deberá lidiar con la grieta que acaba de abrirse en su familia. En su primer capítulo, ‘El síndrome de la reina Victoria’, mientras la monarca afronta su propia vejez, el anhelo de modernidad de su nación y las consecuencias de una recesión mundial, deberá tomar una decisión respecto a su palacio flotante: cómo justificar que el pueblo siga financiando el yate real con gastos anuales que rondan los 18 millones de euros. 

Britannia: el Yate Real que significó una expresión flotante y marítima para la Reina Isabel II 
Britannia: el Yate Real que significó una expresión flotante y marítima para la Reina Isabel II

El Yate Real Britannia se construyó para reemplazar al antiguo HMY Victoria and Albert III tras cincuenta años de servicio. El proyecto para construir el Britannia fue concebido en 1938 bajo el reinado de Jorge VI, pero el inicio de la Segunda Guerra Mundial postergó el proyecto. Cuando se pensaba que la economía británica se había recuperado del conflicto, el proyecto fue retomado en 1951 y la licitación fue ganada en febrero de 1952 por los astilleros John Brown & Co. A solicitud de los reyes, fue diseñado como un buque moderno de 125 metros, pero con un toque neoclásico; y los diseñadores quisieron que fuera un barco lo más funcional posible. Su inauguración oficial fue en abril de 1953, menos de dos meses antes de la coronación de la Reina Isabel II, que abrió una botella de vino para anunciar: “Llamaré a este barco Britannia. Le deseo éxito a él y a todos los que naveguen en él”. 

Britannia: el Yate Real que significó una expresión flotante y marítima para la Reina Isabel II 
Britannia: el Yate Real que significó una expresión flotante y marítima para la Reina Isabel II

La nave comenzó a navegar en tiempos en los que la sociedad británica se enfrentaba a una gran crisis y aún trataba de recuperarse de la Segunda Guerra Mundial. Mientras que la Reina Isabel II y el duque de Edimburgo eran conscientes del momento que estaba atravesando el país, pidieron a los diseñadores de lujo Mclnnes Gardner & Partners llevar a cabo el diseño de interiores, decoración que luego fue rediseñada por Sir Hugh Casson a pedido de la pareja real. Isabel II se encargó de elegir todos los detalles decorativos, que incluían tejidos de cretona, pomos de las puertas, pantallas de lámparas, fotos familiares enmarcadas, vajilla de plata y cristal, una bodega, recuerdos de viajes por todo el mundo, una terraza con muebles de mimbre y hasta hizo colocar un piano atornillado para tocarlo y cantar por las noches. El Yate Real también era lo suficientemente grande como para transportar otros medios de transporte, como una barcaza real, dos lanchas de velocidad media, dos botes de vela de 4 metros, y un Range Rover y un Rolls-Royce para transportarse en tierra. 

Britannia: el Yate Real que significó una expresión flotante y marítima para la Reina Isabel II 
Britannia: el Yate Real que significó una expresión flotante y marítima para la Reina Isabel II

El Britannia fue el único lugar donde realmente la Reina Isabel II podía relajarse y disfrutar de los momentos familiares más felices. Como la nave les ofrecía total privacidad, para el duque de Edimburgo significó una válvula de escape. La familia real británica utilizó el Yate durante 43 años, para llevar a cabo extensas giras por los países de la Commonwealth y acompañar a otros miembros de la familia en sus viajes alrededor del mundo. Al menos cuatro parejas reales eligieron el Yate Real para su luna de miel, entre ellos la princesa Margarita con Anthony Armstrong-Jones, la princesa Ana y su primer esposo, el príncipe Carlos y Lady Di, y el príncipe Andrés con Sarah Ferguson. 

Britannia: el Yate Real que significó una expresión flotante y marítima para la Reina Isabel II 
Britannia: el Yate Real que significó una expresión flotante y marítima para la Reina Isabel II

La nave fue un gran escenario histórico, ya que contaba con alojamientos formales aptos para recibir a presidentes y sus esposas. Winston Churchill, Nelson Mandela, Ronald Reagan y Margaret Thatcher fueron algunos políticos que se hospedaron allí y disfrutaron de sus instalaciones que comprendía una gran escalinata, un comedor de Estado con capacidad para 100 personas que se podía convertir en una sala privada de cine, y un salón que servía como lugar de descanso para la familia real, entre otros. Dentro de su interior se encontraban muebles y elementos históricos; y sus cinco pisos servían como residencial real y de la Royal Navy, ya que contaba con un personal de más de 200 marineros que trabajaban a tiempo completo para la monarca. 

Britannia: el Yate Real que significó una expresión flotante y marítima para la Reina Isabel II 
Britannia: el Yate Real que significó una expresión flotante y marítima para la Reina Isabel II

Dada la enorme escala de la operativa del Britannia, en 1993 los diputados laboristas del Parlamento señalaron que el Yate Real era la partida más cara del presupuesto de viajes de la realeza y muchos lo catalogaron como un gasto innecesario. Con el corazón en la mano, tras 43 años de uso y más de 1.5 millones de km recorridos, Isabel II aceptó retirar el barco de su servicio y se despidió oficialmente en 1997. La nave que fue considerada como un símbolo de extravagancia políticamente incorrecta y de los privilegios a costa de las arcas públicas. Desde 1998 descansa en las aguas del puerto de Leith en Escocia, donde sirve como museo flotante y lugar de eventos.

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Francisco Ferreyra
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