Tita Merello, una experiencia disruptiva  

La carrera artística de Tita Merello, comenzó a tomar vuelo en la década de 1920, cuando se hizo conocida como cantante de tangos. Creó la modalidad vocal femenina en el rubro y adquirió popularidad principalmente por sus interpretaciones de “Se dice de mí” y “La milonga y yo”. En los años ‘40 y ‘50 brilló como estrella de cine, protagonizando películas como “La morocha”, “Filomena Marturano” y “Mercado de Abasto”. La Calle Corrientes rinde homenaje a legendaria actriz y cantante con una propuesta disruptiva. 

“Experiencia Tita, Llamarada Pasional” llega el próximo 7 de octubre al Teatro Astral. La obra musical rinde homenaje a la gran diva argentina a través del talento de Ivana Rossi, Micaela Suárez, Vanesa Butera y Elis García. Dirigida por Valeria Ambrosio, Tita Merello llega nuevamente a conquistar la cartelera porteña. En formato de musical inmersivo, con una innovadora puesta en escena, estará en cartelera por 12 únicas funciones.

Este homenaje propone un desafiante reencuentro con Tita, su música, su lenguaje y sus fantasmas. Cuatro artistas conforman al ícono Merello a través de un recorrido onírico y poético por sus múltiples facetas. A 20 años de su fallecimiento (24 de diciembre del 2002), un musical necesario, disruptivo, con gran despliegue tecnológico, para homenajear a una de las máximas figuras argentinas del siglo XX. 

“Su biografía es conocida; nuestra intención es reinterpretar e iluminar su experiencia interior, humana y artística, para evidenciar su legado, un legado sumamente actual, digno de un personaje al que podríamos darle el mote de clásico” comentó Valeria Ambrosio. 

“Experiencia Tita, Llamarada Pasional” apuesta a un personaje icónico, a un complejo montaje técnico y a un equipo liderado por destacados profesionales de las artes escénicas. Alineada a una propuesta transgresora e innovadora, la música creada y reversionada de esta obra, encuentra numerosas texturas, donde el tango tradicional es intervenido por géneros musicales actuales. Nutrido de momentos oníricos, de gran sensibilidad, así como de melodías y ritmos ágiles como los típicos repiqueteos del tango. Una mixtura única que va de la mano, tanto de la exigente performance de las actrices, como de la impactante producción visual.